Tengo a mi esposa en el lecho,
y está bajo su tutela,
yo lo doy por muy bien hecho,
por saber que está al acecho,
quien cose y corta la tela.
Sus ojos, y su semblante,
me han inspirado confianza,
le observé, solo un instante;
pero sé que fue bastante,
aunque no soy Sancho Panza.
Le pido un favor muy grande
que jamás podré pagar:
Que por donde quiera que ande,
aquel que tenga más hambre
Vd. le debe saciar.
Dios le ha dado una carrera
y una conciencia tranquila,
esmérese en la primera,
no la queme, como cera,
la conciencia se vigila.
Que mi esposa salga bien
de ese recinto bendito,
donde solo hacen el bien,
y jamás miran a quien
y a nadie le dan un grito.
Que Dios bendiga sus manos
y que progrese su mente;
sepa que somos humanos,
no nos lavemos las manos,
cuando hay muchos indigentes.
Que avance mucho la ciencia
y que Vd. la pueda ver;
pero prefiero conciencia,
y no hacer la reverencia
a quien cree hacer el bien.
Sienta pasión por los viejos
aunque gocen de salud;
y aunque arruguen sus pellejos,
admitamos los consejos
de los que tienen más Luz.
Al escribir a un paciente,
escriba como un cristiano;
porque aquel que es incipiente,
ve con tristeza latente,
que le escriben en “marciano”.
El que no tenga defectos
tomemos le por un loco;
pues el sabio, sin afectos,
sabrá que no son correctos
sus aptitudes, o modos.
Para ser un buen doctor
hay que estudiar mucha ciencia;
pero al tratar el dolor,
nunca olvidar el amor
y tener mucha paciencia.
Unas sonrisas, a tiempo,
y una caricia bien dada,
pueden ser un buen ungüento,
cuando hay dolor y lamento
por una herida infectada.
Señor Doctor De la Torre:
Le ruego que ponga empeño,
y que mi esposa se ahorre
de sufrir, y que se goce,
como cuando ríe un “neño”.
¿Me excusará por pedirle,
remedio para su mal?
Sepa que voy bendecirle,
porque jamás voy a herirle,
salga bien, o salga mal.
Sepa que estoy con temor
mientras se curan sus males.
Verse solo, es un dolor,
¡Créamelo por favor!
¡Todos no somos iguales!
¿Quién soy para dar consejos
o andar vendiendo prebendas?
Aquel que mira de lejos,
a todos los que son viejos,
que le pongan unas vendas.
Cecilio García Fernández.-28-4-06-
Nota: Falleció el 06-06-06
Errores médicos en abundancia.
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