domingo, 5 de septiembre de 2010

EPÍSTOLA UNIVERSAL

SANTIAGO 5:15: Contra los ricos opresores: ¡Vamos ahora ricos! Llorad y aullar por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros; y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.
SER PACIENTES Y ORAD: Por tanto, hermanos tener paciencia hasta la venida del Señor. Mirar cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmar vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
Hermanos míos, tomar como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Pero sobre todo, hermanos míos, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; si no que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiese cometido pecados le serán perdonados.

Las palabras del Señor, son pura sabiduría;
Pero, si no tienes fe...,tú tiempo se perdería.
¿Te gustaría saber cómo se logra la fe?
Pues, leyendo la Palabra, y oyéndola también.
Hay que buscar al Señor, y buscarle en lo profundo,
que todo lo tiene bueno, y no conoce lo inmundo.
Satanás es muy ladino, y príncipe de éste mundo.
Engaña hasta los más sabios, que solo son, trotamundos.
Satanás tentó a Jesús, en múltiples ocasiones.
¡Mira si tiene poder, el gran rey de los ladrones!
Para librarnos de él, hay que entregarse al Maestro,
y dar la vida por Él, ya que Jesús, siempre es nuestro.
¡No valen las religiones! Lo dije, miles de veces;
pero hay quien cree patrañas, pues cree lo que apetece.
Las envidias y rencores, los odios y las codicias,
con otros muchos pecados, como es la pura avaricia,
nos traen por el camino del hambre y de la injusticia.
Cuando hablas con cualquier ser, todos te dicen lo mismo.
que la vida es muy dura., y no es ningún fanatismo.
Sufren mucho los que creen, en nuestro Señor Divino,
porque nos somete a prueba; y tienes que andar muy fino.
Cristo sufrió como nadie. Los apóstoles también.
¿Y no quieres sufrir tú? ¿Te sientes hombre de bien?
¡Gracias Señor por la vida, gracias por los sufrimientos!
¡Gracias porque me libraste, de los malos pensamientos!

Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes

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