HECHOS 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
47 Más Salomón le edificó casa; (48 si bien EL ALTÍSIMO NO HABITA EN TEMPLOS HECHOS DE MANO, como dice el profeta: (49 El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis dice el Señor; ¿o cuál es el lugar de mi reposo? (50 ¿No hizo mi mano todas estas cosas? 10:25 Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. (26 Más Pedro le levantó, diciendo: LEVÁNTATE, PUES YO MISMO TAMBIÉN “SOY HOMBRE”. (¿Por qué pues os arrodilláis y os inclináis ante un hombre tan pecador como vosotros?)
Tenemos que conocer
la Palabra del Señor.
Jamás le rindas honor
a los hombres ostentosos,
porque se sientes “colosos”,
y esto es causa de dolor.
Jamás hinques las rodillas,
ni andes besando las manos,
pues todos somos humanos.
Rindámonos ante Cristo
que nos libró del abismo;
y el hombre es un gran tirano.
Los hombres, no salvan nada,
somos todos pecadores,
causantes de mil dolores,
por ambición desmedida,
y quien más sufre la herida,
los pobres de mis amores.
¿De dónde salió el dinero,
más las joyas y pinturas?
¡De las pobres criaturas,
que vivieron en pobreza
sin inclinar la cabeza
al ir a la sepultura!
Existen muchos palacios,
con guardas uniformados,
que nos dejan extasiados,
por su lujo y vanidad,
y la gran desigualdad,
que nos deja consternados.
Cristo no vivió en palacios,
no desprecio la pobreza;
él levantó la cabeza,
ante la injusticia humana,
su Sangre Pura, derrama,
sin humillar su cabeza.
Hombres necios, pecadores:
Cristo es quien nos juzgará,
¿Y quién le reclamará,
si la gloria de este mundo,
se halla en lo más profundo
de nuestra ruin vanidad?
Mirémonos, frente a frente,
pues todos somos iguales,
no me importan tus caudales
ni tus aires de grandeza,
no doblego mi cabeza,
pues conozco otros modales.
Solo nos gusta la carne
y el puro materialismo,
hay bastante fanatismo
y atropello de razón.
¿Quién vive sin ilusión?
¡Siempre pregunto lo mismo!
Si es ilusión, beber mucho,
y tomar droga abundante,
u otra especie de calmante,
¡menuda desilusión!.
¡Tú has perdido la razón;
mas Dios, siempre quiere amarte!
Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes
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