¿DE QUÍEN ME PUEDO FIAR?

De tí, no puedo fiarme
porque no crees en Dios,
y veo que vas en pos,
por una senda del mal.
-No me preguntes por cual-
Pues el saberlo está en vos.

Quien bebe en la fuente clara,
sabe bien lo que está haciando,
e incluso –Hasta dormiendo
sabe que vive seguro-
Porque todo hombre maduro
no remará contraviento.

Todo el que se acerca a Cristo
se aleja de Satanás.
De lo que siembras darás
-y esta frase es muy correcta-
Sin ser sabio se detecta.
Mira bien por donde vas.

Jamás temas a un creyente
que da la vida por Cristo,
ni jamás des por bien visto
el adorar una estampa.
Yo tambien caí en la trampa
y me creía muy listo.

En las cosas del Señor
no hace falta inteligencia,
el temor y la prudencia;
Mas la Palabra Divida,
nos sacan de toda ruiena,
llenándonos de paciencia.

Si quieres la Salvación
te voy a dar un consejo:
Cristo, jamás está lejos.
Practica arrepentimiento,
que ya no habrá más lamento,
tanto al joven como el viejo.

Cristo nos perdona a todos;
Por eso murió el Cruz,
dándonos perdón y Luz
y así,somos sus hermanos,
por que Él, limpió nuestras manos,
al dar Su Vida en la Cruz.


Poner la “confianza” en Cristo,
el Único Salvador,
que con su Sangre y dolor
nos perdonó todo el mal,
un acto que no es casual,
pues fue fruto del amor.

Le escupieron en la cara,
le llamaron “gran traidor”;
Siendo tan fiel en amor,
ignorando que era el Cristo,
Doctor, en lo nunca visto,
y muy experto en dolor.

No te confieses con hombres
que pecan como nosotros;
Ellos son como vosotros,
y no hay otra solución:
Hay que buscar la razón
pero nada de hacer botos.

Leamos los mandamientos
como Dios los redactó.
En ellos he visto yo
castigar la “idolatría”,
por adorar, noche y día,
todo lo que él prohibió.

Jamás hacer una imagen
de lo que existe en el Cielo,
pues perderás el consuelo
que Cristo nos concedió.
Esto no lo digo yo,
esto ha llovido del Cielo.

Tampoco adores estampas,
porque se pueden quemar,
el que adora debe amar
al Rey de todos los reyes,
el que redactó las Leyes
que debemos respetar.

No creer en “purgatorios”
porque todo está “purgado”.
Creer en el Cristo Amado
y no romper la cabeza,
y retirar tantos santos
que me causan gran tristeza.

Salinas, 24-05.09
Cecilio García Fernández