¡Jesús murió en una cruz, por darnos la salvación!
Pero:¿Cómo Le pagamos? ¡Pues despreciando Su Amor!
Siendo Jesús el Camino, la Verdad y la Razón,
¿Por qué el mundo le desprecia, y endurece el corazón?
¿Por qué hay tantas religiones, todas partiendo de Cristo?
¿Por qué el hombre se endurece y tiene tanto egoísmo?
¿Por qué persiguen la Biblia con tanta saña y cinismo?
¿Por qué adoran una imagen y se da la espalda a Cristo?
La Biblia no les conviene, son exigentes, muy duras.
La Biblia es para gentes, sensibles y muy maduras.
¡Que jamás la lea el pueblo! ¡Va contra nuestro interés!
¡Hay que andar a las maduras, y el pueblo, anda al revés!
¡Que nos paguen ricamente, si quieren la salvación!
Nosotros somos los dueños, y no existe otra razón.
Que nos cuenten sus pecados, que nos hablen de sus vidas.
Luego van las penitencias, grandes, o muy resumidas.
También admitimos misas. ¡Esas dan gran “rendimiento”!
¡Que paguen los funerales, ó todos van al infierno!
El negocio más redondo nos lo concede María.
Hay mil figuras, con nombres, que son una fantasía.
Las hay con el pelo rubio; y también las hay morenas.
Hay muchas que son del Carmen; y otras que son Macarenas.
Existen cientos de nombres, con figuras diferentes;
pero todas tienes “cepos”. ¡Meter!, dicen a las gentes.
Dime. ¿Cómo ves las cosas? ¡Las veo, como un mecenas!
¿Y que hacemos con Jesús que murió con tantas penas?
Jesús lo dejó muy claro, en cuanto a la IDOLATRIA.
Es un pecado muy grave. Jesús jamás lo admitía.
Hay cientos de religiones, partiendo del cristianismo.
Jesús no fundó ni una. Él nos sacó del abismo.
Si quieres llegar al Padre, has de pasar por Jesús.
Así dice Su Palabra. ¿Para qué murió en la Cruz?
Si confías en los hombres, tú futuro ya esta visto.
¿Aceptas las consecuencias desobedeciendo a Cristo?
Todo quien sigue a Jesús, con todas las consecuencias,
ya tiene seguro al Padre. ¡El Dios de todas las ciencias!
Hay que vivir como Cristo, con toda sabiduría,
todo lleno de humildad, y no tener osadía.
Hoy te dan la salvación, pagándola con dinero,
y esto tendrá consecuencias, desde el último al primero.
Yo como fui sacristán, no he perdido el tiempo en vano,
y quisiera abrir tus ojos, como lo haría tú hermano.
A un político importante; ó bien si tienes dinero,
no te entierra un sacerdote; van los más “altos” del Clero.
¡Bendito sea Jesús, que murió como un cordero!
Siempre defendió a los pobres. Él no buscaba dinero.
Cecilio García Fernández.
San Martín de Podes
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