miércoles, 21 de julio de 2010

AMAR

1ª Juan: 3:6 –Todo aquel que permanece en Él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 13 Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano permanece en muerte. 15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 23 Y este es su mandamiento; que creamos en nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. 24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado
4:8 –El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso,. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
La salvación está en Cristo
que murió por ti en la Cruz.
Los “santos”, están mal vistos,
son tallas que no dan luz.
Además, ¿Quiénes son santos
--si se puede preguntar--?
Son los que creen en Cristo;
pero, no me busques más.
La salvación la da Cristo,
nuestro bendito Señor,
muriendo como un cordero
con llagas y gran dolor.
Todos nos creemos santos
y todo es una mentira,
pues no pueden ir al Cielo
los que aman la hipocresía.
Ningún hombre aquí en la tierra
sabe quienes van al Cielo.
¡Eso lo sabe el Señor!
¡Dios mío, que gran consuelo!
Es que cada pocos meses
se nombran santos a dedo,
luego, al pié de los mismos,
se instalan muy buenos cepos.
El dinero que allí metes
es una ofensa al Señor,
que murió, sin cobrar nada,
¡Murió por mí, por amor!
Señor: yo creo, y lo seguro,
de que fue grande el dolor;
pero allá te adoraremos
con ternura y con amor.
Aquí también te adoramos,
sin olvidar la alabanza,
y siempre estamos leyendo,
Tú Palabra de esperanza.
¡La salvación, la da Cristo,
habiendo arrepentimiento!
La salvación la da Cristo,
y sin pasar un tormento.
Debemos cambiar de vida.
Dejar de ser pecadores,
¡Y adorar solo al Señor!
¿Quién aguantó los dolores?
Cristo enseñó la oración,
que se llama Padre Nuestro.
¿Nombró algún ser humano?
¡Jesús es el Gran Maestro!
El que se entrega a Jesús
con todas las consecuencias,
tiene el Espíritu Santo.
¿Y los demás? ¡Que ocurrencias!
Nicodemo se asustó
cuando le dijo el Señor:
¡Tienes que nacer de nuevo!
¿Volver a pasar dolor?
Para ser hijos de Dios,
hay que dejar las maldades,
las envidias y el rencor,
y todas las vanidades.
El mundo está corrompido
y sufre sus aflicciones.
¡Es un mundo dolorido
que estremece corazones!
Señor: Te pido de corazón,
que abras los ojos al mundo.
¡Satanás ya hizo las suyas!
¡Danos un amor profundo!
¡Perdónanos Señor nuestro,
nuestra gran falta de amor!
¡Tú, eres el Gran Maestro,
que sufres por mi dolor!


Cecilio García Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario