sábado, 24 de julio de 2010

ANOCHE, CUANDO DORMÍA.....

Por la noche es cuando vivo,
es cuando tengo ilusión,
pues mis dolores olvido,
y tengo buena razón.
Mis músculos se relajan,
con perfecta precisión,
las preocupaciones bajan,
y duermo como un “lirón”.
Anoche, cuando dormía,
soñaba con ilusión.
Soñaba que no sufría;
mas los sueños, ¡Sueños son!
Luego, cuando llega el día,
llegó la desilusión;
Pues compruebo que vivía
para luchar con tesón.
Paso la vida pidiendo,
que no me ponga peor,
que me conforme y que luche,
¿Puedo hacer algo mejor?
Porque la vida, es lucha;
Pero es también ilusión,
que alivia, como una ducha,
después de un gran sofocón.
¡Cuando corría y corría!
no apreciaba mi salud,
y al Señor:¿Qué le decía?
¡Nada, por falta de Luz!
Hoy ya puedo comprender
que existe un Amor Divino,
que existe un amanecer,
que algunos llaman destino.
¡Cuándo corría, y corría!
No apreciaba mi salud.
¿Qué era lo que yo quería?
Que el Señor me diera Luz.
Cuando vivimos a oscuras,
nos rodean las tinieblas.
¿Qué es lo que deseo ahora?
Que se terminen las guerras.
Ahora pienso en el presente.
Poco me importa el mañana.
Tengo que ser consecuente,
ya que la vida es muy vana.
¡Cuando no creía en nada,
me sentí dueño del mundo!
¡Que ilusión tan desfasada!
Ahora he tomado otro rumbo.
Vivo, minuto a minuto.
Yo no soy dueño del tiempo,
soy un hombre diminuto,
lesionado, y contento.
La lección que Dios me dio,
es de Facultad Divina,
y ¿Quién no la mereció?
Somos toda pura ruina.
Presumimos de grandeza,
y estamos hechos de barro.
Toda nuestra gentileza,
nos cabe bien en un tarro.
Nos falta mucha humildad.
Y ¿Dónde está nuestro amor?
¡No existe! ¡Hay vanidad!
¡Esto si que es un dolor!
No miremos para el cuerpo,
¡Os lo pido por favor!
¡Miremos más para el alma
que también sufre el dolor!
¡Ahora sueño todo el día;
Pero con gran ilusión!
y sueño, lo que quería,
gozar de la salvación.
Ahora que tengo al Señor
que es mi Divino Maestro,
puedo decirle al dolor:
Ni eres mío; Ni eres nuestro.
Yo sé sufrir con Tú Cruz,
de acuerdo con Tú Palabra.
Ahora vivo con Tú Luz,
y no hay puerta que no se abra.
Siento gran pena y dolor
por las almas engañadas,
que viven sin el Señor,
el Señor de las moradas.
Ahora pienso diferente.
noche, tarde y mañana.
Pues con dos dedos de frente,
no eres un “cantamañanas”.

Cecilio García Fernández

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