Cuando se va un ser querido,
queda roto el corazón,
porque el sufrimiento es fuerte,
por la desesperación;
¡Pero siempre hay esperanza.
Jamás pierdas la ilusión,
ya que tenéis más seres,
a los que dar vuestro amor!
Que vuestros seres queridos
os vean con fortaleza,
pues son vuestros preferidos,
y no darles más tristeza.
Hay abuelos por el mundo,
que están solos, sin amor,
y andan como vagabundos,
y hasta carecen de rumbo,
y esto sí que es un dolor.
Vosotros tenéis un hijo,
que sufre con gran clamor,
y también tenéis la nieta,
que aún, sintiendo gran dolor,
podéis gozar con ella,
de esa chispa del amor,
que siempre Dios nos prepara,
por ser el Gran Redentor.
Podéis hallar consuelo,
en la Palabra Divina,
admitiendo las desgracias;
pero no como una ruina.
¡Dios no puede equivocarse!
Él hace lo conveniente;
pero hay que admitirlo todo,
porque hay que ser consecuente.
¡Animo y seguir luchando;
pero con mucha esperanza,
porque hay muchos que os quieren,
y ha de llegar la bonanza.
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Recibir un cariñoso abrazo de
Cecilio y Josefina 1-8-02
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