ALEGRIAS

¡Hoy estoy alegre!
¿Y qué es la alegría?
Vivir siempre en paz
con mucha armonía.
¿y qué son las penas?
¿Las tuyas?, ¿Las mías?
Pues son diferentes.
¿Tú no lo sabias?
¡Mira que hay mil penas
y mil alegrías!
¡Hay mil desengaños
y mil ironías,
y miles de burlas
que no conocía!
Existen los odios
y las tiranías,
que hoy están de moda,
donde hay burguesías,
que explotan al pobre,
¡Quién nos lo diría!
¡Luego se confiesan!
¡Vaya hipocresía!
¡Los niños se mueren
de noche y de día,
en tierras cercanas,
y en las lejanías!
¡Los niños, mis niños!
¡Alguien me decía!
¿Por qué sufren tanto?
La culpa no es mía
pues les quiero tanto,
que me moría
por darles “mi” sangre,
que no es sangre “mía”,
que es sangre de Cristo
el de la Agonía.
¡Su Divina Sangre,
no es la sangre mía!
Mi sangre te mancha,
criatura mía,
pues siempre he pecado.
¿Quién no pecaría?
¡El Santo Cordero
Fiel y Verdadero
que por mí moría!

¡El siempre está firme!
¡Hasta en Su agonía!
¡Ya lloran mis ojos,
y no es de alegría!
Lloran por los niños,
que en la lejanía
están olvidados
por la hipocresía
de los religiosos
que viven hoy día,
luciendo sus capas
con sus fantasías,
bordadas con oro,
del engaño terco
de la infiel manía,
de adorar estampas.
¡Y el niño moría!
En “semana santa”
sacan fantasías,
son los engañados,
por la platería.
¡Con esas riquezas,
que hambres quitarían!
¡No matar más niños,
los del alma mía,
niños inocentes,
niños de mi vida!;
¡Pero todo pasa!.
¡Ya llegaría el día
que nos pidan cuentas
por nuestra osadía!
¡No fabricar armas,
para segar vidas!;
fabriquemos panes,
queso y mantequilla.
¡Te pedirán cuentas,
por tu cobardía!
¡El tiempo termina
se acaba la vida!
¡Cristo y Su Palabra
no todos la olvidan!
¡Hay un remanente
que es fuente de Vida!
¡Termina mi historia
triste y resumida!

San Martín de Podes
Cecilio García Fernández